Intentando siempre que el Concurso avance en consonancia con su época, son necesarios unos reajustes y modificaciones que den al YUNQUE más contenido artístico y profundice en su mensaje, además de lograr una mayor participación de público y colaboraciones de Entes Público y Privados.
Por una parte, se hace urgente determinar en todo momento el nivel artístico de los participantes, para evitar actuaciones mediocres que empobrezcan y degraden el Certamen. Por otra, la selectividad nos conducirá a reducir y mejorar las Sedes, parte importantísima en el desarrollo del Concurso, permitiendo una programación más adecuada y un mayor control del presupuesto. En la edición del 97, se introdujeron algunas novedades: prescindir de las Menciones Especiales, reducir a cinco las Sedes y 35 participantes. Además de obligar a los finalistas cambiar los cantes para calibrar, con más juicio de valor, su categoría de Cantaores Generales y ganar en variedad musical.
Los Concursos anuales, debido a su poca capacidad temporal, entendemos que no dejan margen para refrescarse con nuevas voces y rescatar otras expresiones artísticas. Por lo que vimos conveniente hacer una consideración crítica mesurada y profunda, para las próximas ediciones adecuarlo de mayor marco temporal, haciéndolo bienal. De todas Maneras, seguiremos trabajando para lograr mejorar y dignificar el CONCURSO NACIONAL DE CANTE ‘YUNQUE FLAMENCO’, como el más emblemático de la afición de Cataluña.